
El megaproyecto mejor Guardado del Perú sale a la luz con propuestas IMPRESIONANTES
19/10/24
Arequipa, ubicada en el sur de Perú, es conocida como la "Ciudad Blanca" por sus edificios de sillar volcánico. La economía de esta ciudad se basa en la agricultura, la minería y la industria manufacturera. Es un importante centro de producción agroindustrial, destacando la exportación de productos como el ajo, la cebolla, el pimiento y la quinua. La minería, particularmente la extracción de cobre y oro, es otra actividad clave. Además, Arequipa cuenta con un sector turístico en expansión, atraído por su arquitectura colonial y paisajes naturales, lo que también impulsa el comercio de servicios locales y el desarrollo de infraestructura.

Pero, ¿y qué tal si el futuro de esta ciudad, e incluso del Perú, no se encuentra en ninguno de estos sectores?
Actualmente, Arequipa se está preparando para albergar una planta de hidrógeno verde, pero no cualquier planta, ya que se trata de la más grande de Sudamérica, lo que marcará un paso importante hacia la transición energética sostenible en la región.
Este proyecto fue anunciado en el contexto del lanzamiento de PERUMIN 37 en Lima, un evento clave para la industria minera organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP). El gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, informó sobre esta iniciativa durante el evento "Jueves Minero".

Todo este proyecto suena completamente genial. Pero te quedarás loco cuando te diga todo lo que se invertirá en esta planta.
Las plantas de hidrógeno son instalaciones diseñadas para producir hidrógeno, un gas que se puede utilizar como fuente de energía limpia.
El interés de inversionistas internacionales en este proyecto es bastante amplio. Se espera que Arequipa reciba una inversión de alrededor de 14,000 millones de dólares, provenientes de diferentes fuentes. Una empresa de Estados Unidos ha comprometido 10,000 millones de dólares, mientras que otra de Irlanda ha destinado 4,000 millones de dólares para el desarrollo de la planta de hidrógeno verde. Esta enorme cantidad de inversión refleja la confianza de los mercados internacionales en el potencial de la región para convertirse en un centro de producción y exportación de energía renovable. Aunque Rohel Sánchez resaltó que la planta tendrá una inversión estimada de 2,500 millones de dólares. Sea cual sea el monto exacto, la verdad es que es mucho dinero.

Este megaproyecto tiene el potencial de dinamizar significativamente la economía de Arequipa y de todo el Perú. En primer lugar, se espera que la planta de hidrógeno verde atraiga a numerosos inversionistas, lo que a su vez generará empleo y fortalecerá el tejido empresarial de la región. Se estima que la planta podría beneficiar a más de 206 mil trabajadores, lo que mejoraría la tasa de empleo formal en la región, que al segundo trimestre de 2024 ya había alcanzado el 44%.
Además, el desarrollo del puerto de Las Américas, en conjunto con la planta de hidrógeno verde, convertiría a Arequipa en un punto clave para el comercio internacional, incrementando las exportaciones de energía limpia a varios mercados globales.
A largo plazo, el proyecto tiene el potencial de posicionar a la región como un referente global en la producción de energías renovables. El gobernador Rohel Sánchez expresó que uno de los objetivos clave es que Arequipa logre la descarbonización plena de su matriz energética para el año 2040. Esto se lograría mediante el desarrollo de un ecosistema de innovación y emprendimiento enfocado en energías limpias.
La planta de hidrógeno verde en Arequipa ha sido respaldada por la reciente aprobación de la Ley N° 31992, que fomenta la investigación, producción y comercialización del hidrógeno verde en Perú. Esta ley fue oficializada por la presidenta Dina Boluarte en marzo de 2024 y se basa en los proyectos de ley 3267, 3272 y 4374.

Además, la Asociación Peruana de Hidrógeno ha recomendado que, en lugar de enfocarse exclusivamente en la exportación de hidrógeno verde, el país primero debe desarrollar la industria a nivel nacional mediante proyectos piloto. Estos proyectos permitirían a Perú descarbonizar sus propios procesos industriales antes de volcarse hacia el comercio exterior.
Sin embargo, con este gran apoyo de inversionistas internacionales, la aprobación de marcos legales adecuados y el desarrollo de infraestructura clave, Arequipa estará en camino a convertirse en un referente global en la producción de energías renovables.